El
apéndice es una estructura a modo de dedo de guante que ocupa el
espacio de transición entre intestino delgado e intestino grueso.
La
apendicitis se debe a infección consecutiva a obstrucción
del mismo.
Las
causas más frecuentes de apendicitis:
-
Reacción
inflamatoria provocada por la infección, provocando un engrosamiento
de las paredes del apéndice y su obstrucción. Ocurre
en la mayoría de los casos.
-
Ocupación
del apéndice por un cuerpo extraño (los más
frecuentes son fecalitos, es decir, parte de las heces que transitan
por el tubo digestivo colapsan el apéndice y lo obstruyen).
-
Una
mínima parte son producidas por al presencia de tumores del
apéndice.
¿Cuándo
debemos sospechar una apendicitis aguda?
Fundamentalmente
se trata de un dolor de inicio en región alta del abdomen que paulatinamente
emigra hacia el cuadrante inferior derecho. Es común que aparezca
falta de apetito, nauseas y vómitos, así cómo otros
síntomas menos llamativos como indigestión e irregularidad
en las defecaciones.
Generalmente
el dolor es de inicio leve y se va haciendo de mayor magnitud durante
las 6/8 h siguientes. En ocasiones se acompaña de fiebre y vómitos.
¿Se
puede prevenir la apendicitis?
Evidentemente
que podemos prevenir los cuadros de apendicitis. En éste sentido
interviene de forma fundamental la dieta. La obstrucción provocada
por fecalitos aparece con mayor frecuencia en adultos. La formación
de esta masa dura se facilita por sequedad relativa de las heces, pues
las personas con cultura occidental, con fuerte influencia urbana, consumen
una dieta rica en hidratos de carbono y con poco residuo. Es por ello
lo fundamental el introducir productos ricos en fibra.
En
este sentido están desaconsejados los frutos secos. Son ricos en
almidón y grasas, por su escasez en agua y riqueza en grasas vegetales
son de difícil digestión, retardando el vaciamiento intestinal
y favoreciendo la obstrucción apendicular. Deben ser bien masticados
y consumidos con moderación.
Tratamiento
Cuando
ya se ha producido la obstrucción/inflamación del apéndice
el tratamiento es quirúrgico.
Lo
cierto es que no siempre debe ser de urgencia, debiendo esperar evolución
del cuadro y asegurar el diagnóstico.
El
diagnóstico de apendicitis en mujeres jóvenes entre 20 y
30 años está plagado de un índice mayor de errores
que en mujeres de otras edades ó en varones. El dolor ó
malestar relacionado con la ovulación, enfermedades del ovario,
del útero, ó trastornos del aparato urinario dan cuenta
de algunos de los diagnósticos equivocados. De ahí la importancia
de realizar un buen diagnóstico.
En
cualquier caso se trata de una intervención relativamente sencilla.
Se administran antibióticos en el preoperatorio con el fin de ayudar
a controlar cualquier infección local ó generalizada que
pueda haber, y así reducir la incidencia de infección postoperatoria
de la herida. El tratamiento antibiótico se suspende 24 h después
de la intervención, a menos que le apéndice esté
gangrenoso ó perforado. Es un postoperatorio rápido salvo
complicaciones.
Los
antibióticos que se utilizan son muchos, fundamentalmente con actividad
frente a microorganismos anaerobios, del tipo del metronidazol, gentamicina,
ampicilina, doble o triple asociación de metronidazol/gentamicina/ampicilina
aumentando asi es espectro de accion y disminuyendo las resistencias.
En
caso de aparecer perforación ó apendicitis gangrenosa, en
el postoperatorio se continua el tratamiento con antibióticos utilizando
Cefalosporinas, siendo la más usada la Cefotoxina.
En cuanto a anestesia siempre general,
ya sea para Cirugia abierta o, en ocasiones, cuando se hace Cirugia Lapaóscópica
Exploradora.
Apendicitis
en niños de corta edad
Con
frecuencia es difícil establecer el diagnostico por lo que si se
retrasa el tratamiento ocurren complicaciones y la terapéutica
subsecuente es más difícil.
Por
eso es recomendable acudir al médico siempre que aparezca un cuadro
de gastroenteritis, con vómitos, diarrea y dolor abdominal de horas
de evolución, y continuo.