Adsorbentes
intestinales
Son
los fármacos adsorbentes de las toxinas estimulantes de la secreción y
agua intestinal Por lo general son medicamentos del tipo OTC, que son
muy seguros y biológicamente inertes.
Dentro
de este grupo cabe destacar el caolín, el carbón activado, la pectina
y el yeso.
Inhibidores
de la motilidad intestinal
Estos
fármacos se caracterizan por frenar el peristaltismo intestinal
e inhibir la secreción de los líquidos intestinales. Nunca
deben administrarse en las diarreas provocadas por microorganismos, porque
por inhibición del peristaltismo se produciría la absorción
de éstos, diseminando la infección.
Se
clasifican en anticolinérgicos y opiáceos. Como derivados
opiáceos destacan la codeína, la loperamida y el difenoxilato.
Como
inconveniente, los derivados opiáceos pueden en provocar efectos
secundarios en forma de náuseas, vómitos y, al actuar sobre
el sistema nervioso central (SNC), analgesia y somnolencia, pero debido
a que se absorben muy poco, no ejercen acción central (por ejemplo,
la absorción de la loperamida es inferior a la del difenoxilato).
El
difenoxilato es un derivado opiáceo sintético de la petidina.
Se utiliza a menudo asociado a fosfato de codeína y a atropina,
empleándose entonces una dosis menor.
La
loperamida es menos tóxica que el difenoxilato y tiene menor acción
sobre el SNC, ya que no atraviesa la barrera hematoencefálica,
y se le considera como el fármaco de elección en el tratamiento
sintomático de la diarrea aguda. Inhibe la secreción de
los líquidos intestinales. Se emplea por vía oral en cápsulas.
Los niños pueden medicarse con loperamida si se emplea en dosis
recomendadas para ellos (Gotas pediátricas).
Fermentos
Lácticos
Tienen interés
en el caso de alteraciones de la flora intestinal por el empleo de antibióticos. Reemplazan
la flora patógena intestinal por flora bacteriana normal.
Se emplean Bacillus
subtilis, Lactobacillus acidophilus y Saccbaromyces boulerdii,
aunque su uso suele ser más frecuente en niños.