Tratamiento
NO Farmacológico
Son
una serie de medidas higiénicas como el lavarse las manos antes
y después de manipular alimentos, aplicarse un pañuelo sobre
la nariz y la boca al estornudar o toser, utilizar pañuelos desechables,
y todas aquellas medidas que crea conveniente para evitar la transmisión,
de estas, en su mayoría infecciones víricas y de transmisión
aérea.
Otras
medidas aconsejables son evitar el tabaco y ambientes cargados (Ventile
convenientemente las habitaciones), comidas picantes o muy especiadas,
y aumentar el consumo de líquidos, eso sí, evitando los
zumos de cítricos muy ácidos (naturales y congelados) que
pueden aumentar la irritación.
También
es aconsejable mantener una temperatura estable sin cambios bruscos y
un ambiente húmedo y templado para evitar la excesiva sequedad
de garganta..
Tratamiento
Sintomático
Es
aconsejable si el dolor se presenta sin fiebre, con enrojecimiento leve,
ligera dificultad de deglución, sin ganglios inflamados y sin complicaciones
del tipo otitis, sinusitis o flemones.
Para ello en la oficina de farmacia existen multitud de recursos como
son:
- Colutorios.
-
Pastillas para chupar.
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- Gargarismos.
- Nebulizaciones.
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Líquidos para Enjuagues y Nebulizadores
Aquí
nos encontramos con los colutorios, gargarismos y los nebulizadores.
Los
colutorios y gargarismos se utilizan localmente para hacer enjuagues o
gárgaras.
Los
nebulizadores o sprays, ya que vienen en envases presurizados, que sobre
todo son más adecuados en casos pediátricos por su facilidad
de uso, tienen distintas composiciones.
Los
principios activos de las distintas presentaciones tienen una composición
parecida:
Antisépticos
Son
activos frente a un amplio abanico de bacterias grampositivas y gramnegativas.
Poseen una demostrada acción antimicrobiana:
- La
Clorhexidina.
-
La Hexetidina.
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- La
Povidona Yodada.
-
El Cloruro de Cetilpiridinio.
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Pero es poco probable que tengan una actividad antiviral.
Antiinflamatorios
La Bencidamina es efectiva en la
reducción de la inflamación y también del dolor
en afecciones de la garganta y de la mucosa bucal. Los enjuagues pueden
utilizarse a partir de los 12 años de edad, y a partir de los
6 años el nebulizador. Puede ocasionalmente presentar fenómenos
de enrojecimiento y prurito de mucosa bucal y garganta.
Anestésicos
Locales
Su uso provoca la pérdida de sensibilidad en la lengua y de la
garganta, lo cual puede ser efectivo para la reducción del dolor.
Los anestésicos más utilizados son:
- El
Fenol.
-
La Benzocaína.
-
La Lidocaína.
-
El Hidrato de Cloral.
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- El
Clorhidrato de Praxonina.
-
El Butoformo.
-
La Tetracaína.
-
El Clorbutanol.
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Los tratamientos muy prolongados con estos productos pueden producir
efectos secundarios.
Están contraindicados en niños pequeños, y se deben
de administrar con precaución a los menores de 12 años.
Formas
Sólidas
Aquí
nos encontramos con los comprimidos y las pastillas, y todos los casos
han de ser chupadas hasta su total disolución en la boca.
Su mecanismo de acción es muy parecido. Ambos conjugan el efecto
beneficioso que ejercen la masiva producción de saliva. También
tienen propiedades digestivas debido a la amilasa salival, propiedades
antimicrobianas (gracias a la presencia de lisozima) e inmunitarias
debido a la presencia de IgA.
Además en la composición de los comprimidos y pastillas
suelen concurrir asociaciones de diversos principios activos, como son:
Un Agente Antiséptico
del tipo Clorhexidina,
amilmetacresol, cloruro de cetrimonio, clorhidrato de bencetonio y de
benzalconio, etc. todos ellos actúan desinfectando el tracto
bucofaríngeo, lo que evita posibles complicaciones.
Un Antibiótico
Local como por ejemplo la tirotricina,
bacitracina, neomicina, sulfoguanidina, etc., que ejercerán
su acción sobre una posible infección bacteriana.
Un
Anestésico Local,
como la tetracaína, lidocaína o la benzocaína,
que aliviarán el dolor de garganta. Asegúrese antes de
que no sea alérgico a ninguno de ellos, y compruebe en su caso,
la presencia o no en la caja del que adquiera.
Antiinflamatorio de tipo enzimático
(Alfa-amilasa), para que ayude a disminuir la inflamación que
se produce en la garganta.
Descongestionantes, suelen
formularse bastante a menudo principios activos con estas características
para ayudar en la disminución de los síntomas.
En
el caso de Laringitis asociada a la Afonía, se aconseja el uso
de antiinflamatorios tópicos y un descanso de las cuerdas vocales
en atmósfera limpia, cálida y húmeda.