La
reacción alérgica es una reacción del organismo frente a sustancias
extrañas que pueden causarnos enfermedades y que puede estar
en el aire, en los alimentos o en las cosas que tocamos y una de las
formas de defenderse es gracias a los anticuerpos, que se unen a dichas
sustancias perjudiciales y facilitan su destrucción, pues bien
la reacción alérgica se desencadena cuando un anticuerpo
IgE reacciona frente a la antedicha sustancia.
La
alergia aparece cuando el sistema de defensa del organismo se activa inapropiadamente
ante una sustancia (alérgeno) que, por si misma, no produce normalmente
ningún daño a las personas NO alérgicas.
Por
ello, las personas alérgicas producen una cantidad excesiva de
un tipo particular de anticuerpo que va dirigido contra el alérgeno.
Este anticuerpo es la Inmunoglobulina E (IgE). Cuando la IgE y el alérgeno
se unen, producirán una reacción que dará origen
a los síntomas típicos de las ENFERMEDADES ALÉRGICAS.
Los
síntomas son variados. Si afecta a los ojos, tendremos una conjuntivitis,
si afecta a la nariz, una rinitis. Los síntomas serán escozor de ojos,
lagrimeo, prurito en la nariz, estornudos, mucosidad, obturación nasal
Si
la reacción alérgica se produce en el ámbito pulmonar, tendremos asma
bronquial, con tos, ahogo y silbidos. Si se trata de la piel, tendremos
las urticarias.
Como
desencadenantes de una reacción alérgica hay que señalar los pólenes,
los ácaros del polvo doméstico, los hongos y las faneras animales que
penetran en el organismo vía respiratoria. Por vía digestiva tenemos los
mariscos, los pescados, los huevos, la leche de vaca, los frutos secos,
los chocolates y quesos fermentados, mientras que por vía tópica podemos
citar los metales, los cosméticos, los fármacos vía tópica, algunas esponjas
y las plantas diversas.
Con
la colaboración de la SAAIC y del Instituto UCB de Alergia
Teléfono de la Alergia: 670 711 711 (L-V de 09:00-21:00)