El Síndrome del Ojo Seco, denominado hoy como Enfermedad de la
Superficie Ocular, ya que engloba mejor todas las variantes de disfunción
de la película lagrimal. Se puede definir como el conjunto de síntomas
secundarios al deterioro del epitelio de la superficie ocular por insuficiencia
cualitativa o cuantitativa de la película lagrimal.
Antes
de abordar este tema, haremos un breve recordatorio de la importancia
de la películá lagrimal, que posee como funciones más importantes:
-
Evitar la desecación.
- Lubricación, que exige un parpadeo eficiente.
- Nutrición e intercambio de (oxígeno y CO2) del epitelio con el aire.
- Protección y limpieza de la superficie ocular.
- Homeostasis (equilibrio «armónico») de la sensibilidad de Ia córnea.
- Amortiguador de pH (tolerancia de entre 6,6 a 7,8).
- Primera superficie refractiva del sistema óptico ocular.
La
dinámica de la película lagrimal consiste en primer lugar en su construcción.
El parpadeo extiende el moco, agua y grasa sobre la superficie ocular
y estos componentes se ordenan, formando la película lagrimal propiamente
dicha. Entre parpadeo y parpadeo se evapora la capa acuosa, que suele
perdurar como capa útil entre 25 y 30 segundos. Al reducirse la capa acuosa,
se produce una aproximación de las capas lípida y mucosa, aumenta la tensión
superficial y la película se rompe. Aparece entonces una zona seca sobre
la superficie ocular, que se expresa como una molestia parecida a la sensación
de arenilla. Se provoca un nuevo parpadeo y se restaura la
capa acuosa otra vez.
La
eliminación de la película lagrimal se produce por evaporación (el 10%)
mientras el ojo permanece abierto, y por drenaje, a través del sistema
lagrimal (el 90% restante).
Así,
la alteración del equilibrio de los componentes acuoso, lipídico y mucinoso
de la película lagrimal provocará una rotura precoz de ésta. Si el tiempo
de ruptura es inferior al tiempo entre parpadeos, aparecerán síntomas
tipo escozor o arenilla.
De hecho, algunas disfunciones de la película lagrimal muy incipientes
sólo dan síntomas cuando el parpadeo reflejo (involuntario) disminuye
mucho, como en el caso de una fijación visual mantenida por atención.
Esta situación es típica de la lectura, la costura o el empleo de la visión
piróxima sobre pantallas (televisores, ordenadores, etc.).
La
alteración de la película lagrimal se puede deber a una disminuclón de
la cantidad de producción lagrimal, por secreción reducida de las glándulas
productoras del componente acuoso, o a una alteración de la calidad en
la composición de la producción lagrimal (proporción inadecuada de elementos
acuoso, graso y mucoso), que provoca la aparición de una película inestable,
de fácil ruptura espontánea.