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Consejos para la futura Mamá V volver

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6. Los Chupetes


La succión no sólo representa la necesidad de tu hijo de confort y tranquilidad, sino que es fundamental para el correcto desarrollo de su voz, de su estructura de masticación, deglución y de la articulación de palabras.

Para evitar que chupe su dedito, gesto reconocido como dañino para su arco dental, te recomendamos que uses el chupete como sustitutivo.

El instinto de succión surge espontáneamente en el recién nacido al poco tiempo de llegar al mundo y el chupar constituye para el no sólo la manera de tener acceso al alimento, sino también la vía de contacto con el mundo exterior: el bebé no solo chupará el pecho o la tetina, sino también un dedo, un mordedor, un juguete o cualquier otro objeto que se le ponga al alcance de la boca. El chupete, además de mejorar la coordinación de succión y deglución y favorecer el desarrollo de las funciones gastrointestinales, tiene una función calmante y tranquilizadora en las situaciones en las que el niño se sienta triste o inquieto y quiera relajarse. Es por ello que la ensoñación es uno de los momentos clave en el que juega un papel importante. Existe una mayor necesidad de utilizar el chupete en bebés alimentados mediante lactancia artificial, ya que en estos casos el biberón es retirado una vez que se ha administrado una determinada cantidad de alimento, lo cual no necesariamente debe coincidir con la satisfacción del instinto de succión del bebé.

El niño únicamente utiliza el chupete a efectos tranquilizantes durante un breve periodo de tiempo, por lo que al cabo de unos 10 minutos puede ser retirado de la boca, evitando así que su uso no se convierta en un hábito y/o pueda causar anomalías dentarias.

Los chupetes más recomendables son aquellos modelos que estenosen mínimamente el interior de la cavidad bucal; que orienten la lengua hacia el techo del paladar, ejerciendo la menor presión posible sobre el mismo, y que presenten una reducida dimensión vertical, sobre todo a nivel labial.

Deben estar fabricados con materiales atóxicos, esterilizables y siguiendo las normas internacionales de seguridad establecidos para ellos.

En función de su composición hay dos grandes grupos: los de látex y los de silicona. Las ventajas, limitaciones y recomendaciones de uso de cada uno son similares a las antes descritas.

En lo que hace referencia a su forma, hay tres grandes grupos: anatómicos, en forma de gota y los clásicos en forma de cereza. Con la forma de los anatómicos se busca imitar el pezón materno durante el proceso de succión, favoreciendo con su diseño el ensanchamiento de los maxilares y un correcto desarrollo y configuración del paladar. La forma blanda, plana y fina de los chupetes en forma de gota, así como el mínimo espesor de sus paredes y la posibilidad de sacar el aire de la tetina cuando esta se comprime hacen que este tipo de chupetes ocupen el mínimo espacio cuando están en uso.

Existen chupetes de diferentes tamaños en función de la edad del pequeño, de tal forma que los hay desde los indicados para prematuros y/o bebés de bajo peso hasta opciones apropiadas para niños de mas de 18 meses. 

Suele ocurrir que el niño acostumbrado a recibir la alimentación de un determinado tipo de tetina va a preferir que el chupete tenga una forma y tamaño similares y esté confeccionado con el mismo material que esta.

Recuerda que el chupete debe cumplir las siguientes características:

  • La distancia intermaxilar que permita, debe ser mínima.
  • Debe ser lo más plano posible para ocupar el menor espacio y evitar así la presión en el paladar.
  • Debe ser lo más blando posible.

Fecha última Inserción/Actualización: 17/04/2013

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